Y LA LLAMADA?

Hay momentos
que parecen tan iguales,
como si los eventos dolorosos
se repitieran.

La misma farola
con la luz macilenta,
la gran avenida vacía
y sucia, la gente miserable
deambulando en busca de un café
o de algo que calme el hambre, 
el frío fuera de tiempo, la 
sensación de soledad y abandono,
el desapego humano, la indiferencia,
las ventanas del hospital, los
médicos carentes de humanidad
tratando a la gente como cosas, 
la espera sin esperanza,  mi sentir
muy mio, la rabia, la calma, mi
espíritu como  ebrio y desbocado.
La noche, la mortalidad mas latente
que nunca, la familia, ¿cual?.
los corazones cada vez mas insensibles,
son sacos, solo sacos de aserrín,
con ello me repongo, los justifico y me consuelo.

El hombre de saco negro, arrugado  y
desaliñado, de prematuro luto.
La ventana, la gran ventana, la
fachada del cine, el mono de nieve
en mis manos infantiles, los dulces
y el recuerdo de una muerte que se tarda
pero que siempre llega.

Lo de siempre. Pero  sé,  que no
siempre sera lo de siempre.
Toda liga que se estira, revienta.
¿y la llamada?
Bien gracias

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