LA LÓGICA DE LA FE
El árbol estaba triste
porque no lluvia
ni las aves se posaban.
El árbol se llevó la
rama al pecho y se dijo
todavía creo en Dios.
El atardecer ya
se había escondido
en la oscuridad.
La oscuridad
le da miedo.
La noche estaba helada
y las ráfagas de
viento lo hacían dudar.
Volvió a musitar las
palabras de fe.
Y repentinamente
comenzó a llover.
Las hojas se pusieron
brillantes de verde
lustroso.
Y llegó la primera ave
y comenzó a cantarle al corazón.
Y árbol se dijo a si mismo, como no
creer en Dios.
El ave se marchó
después de un momento,
pero luego llegó la otra,
la más bella, la más hermosa
la más amada
su ave adorada.
El ave dio saltitos
de rama en rama,
algo que al árbol
le agradó.
Y es que hace mucho
no venía.
Y del corazón rugoso del árbol
brotó un sublime, ¿sabes que te amo?
El ave adorada dijo - si, lo sé.
Y de nuevo comenzó
a llover.
El ave partió
y el árbol se quedó
tranquilo y con Dios
en el pecho.
porque no lluvia
ni las aves se posaban.
El árbol se llevó la
rama al pecho y se dijo
todavía creo en Dios.
El atardecer ya
se había escondido
en la oscuridad.
La oscuridad
le da miedo.
La noche estaba helada
y las ráfagas de
viento lo hacían dudar.
Volvió a musitar las
palabras de fe.
Y repentinamente
comenzó a llover.
Las hojas se pusieron
brillantes de verde
lustroso.
Y llegó la primera ave
y comenzó a cantarle al corazón.
Y árbol se dijo a si mismo, como no
creer en Dios.
El ave se marchó
después de un momento,
pero luego llegó la otra,
la más bella, la más hermosa
la más amada
su ave adorada.
El ave dio saltitos
de rama en rama,
algo que al árbol
le agradó.
Y es que hace mucho
no venía.
Y del corazón rugoso del árbol
brotó un sublime, ¿sabes que te amo?
El ave adorada dijo - si, lo sé.
Y de nuevo comenzó
a llover.
El ave partió
y el árbol se quedó
tranquilo y con Dios
en el pecho.
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