UNAS PIEDRAS CURIOSAS

Una amiga me regaló
cuatro piedras.
Dos de ellas reflejan
las estrellas en cuanto
cae la noche.

La otra se convierte
en una bola de fuego
que ilumina mi habitación.

Y la más curiosa de las
cuatro, vela mi sueño
como cuando mi madre
me cuidaba en antaño.

Mi amiga es una quinta
piedra. Ella tiene
el corazón de oro,
y todo el día 
me ilumina su amistad.

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