OCCIDERE
Un árbol de bello
follaje
comenzó a morir.
Era el hongo negro que
lo mataba lentamente.
El árbol dejó
de ser lo que solía ser.
Un día por la mañana
un hombre se le acercó,
con el hacha en la mano.
El árbol supo lo que
sucedería, y lloró
como cuando llora un niño.
Mi padre comenzó
a morir de una clase de
hongo negro.
Un día me miró que me acercaba,
y comenzó a llorar,
Y me preguntó -
¿Tú también Brutus, Hijo Mío?
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