AMISTAD
El sembrador se levantó de madrugada
aún cuando las estrellas parpadeaban y
en el bolso llevaba
semillas de amistad
que con cuidado sembraba.
El sembrador sabe que
para que la tierra
de, es necesario dar en vez de esperar.
Si un día un amigo toca a tu puerta y te
pide ayuda, enciende la luz y dale lo que desea.
A mi nadie me enseño a sembrar, pero un día
descubrí que la
soledad mata . Y Entonces
busque el morral de semillas y sembré unas
cuantas, pero todas
se me secaron porque la
semilla se cuida y se riega y yo la había abandonado.
Aquel sembrador que miente al amigo
se miente así mismo.
Aquel sembrador que ignora al amigo
que nunca espere cortar de la higuera
un dulce higo.
Aquel sembrador que abandona al amigo
cuando este tiene problemas mas le valdría
no regresar si tiene un poquito de pena.
El buen sembrador siempre está dispuesto
a escuchar, de lo contrario
no se le llama
amistad.
El mejor amigo del sembrador,
es el señor , porque el escucha sin delatar,
y nunca se cansa de
aconsejar, además
guarda silencio cuando debe callar.
No te olvides de
cuidar el dorado trigal.
La gente cree que la amistad es como la
hiedra, que simplemente se deja, y ni siquiera
se riega.
se riega.
Recuerda que la amistad se debe sembrar, regar
y cuidar, de lo contrario no le llames amistad.
El amor penetra el corazón y el cuerpo.
Pero la amistad logra llegar aún
más adentro.
Ayer alguien tocó a mi puerta.
Y pregunté, ¿quién? ella contesto, soy yo, tu amiga.
No abrí, porque no recuerdo haberle regado.
Siempre fui mal amigo
no tengo empacho en decirlo.
La gente me da, y yo le suelo abandonar.
A mi nadie me enseño a sembrar,
pero la soledad, y, aún hiere más,
sobre todo en navidad.
cuando los amigos se suelen juntar.
Siempre fui mal amigo
no tengo empacho en decirlo.
La gente me da, y yo le suelo abandonar.
A mi nadie me enseño a sembrar,
pero la soledad, y, aún hiere más,
sobre todo en navidad.
cuando los amigos se suelen juntar.
Yo aún no sé sembrar
pero ya he tomado mi morral.
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