ARENA Y MI TIEMPO

Y me sorprendo sentir la arena
entre mis venas, escapándose lenta
meticulosa, como si fuese una tormenta
en el desierto, una condena,

tal me parece, cual karma
que se revierte contra mi vida
y no acepta el alma arrepentida,
supliqué arrodillado frente a un arma.

Es arena cual reloj lerdo,
es recuerdo cada grano pues duele,
es ver que caen, no hay que consuele
más que vivir sometido al recuerdo.

Yo que sobreviví a infinitas cosas
que duelen, heme aquí vació
cual palmera sin oasis en hastío,
me desgrano en vientres de arena fogosa

que son  blancas lunas
injustificadas, sin sentido,
mientras mi alma se desangra, todo se ido
el tiempo, la aurora, mi fortuna.

Pero al brillar el sol del día nuevamente
vuelvo al revés el reloj mi vida
ignoro toda acometida
e inician los recuerdos en mi mente.

Es inevitable,
y así será hasta el final de mis días.