AGUA PUERCA

Veámoslo así,

Dios siempre con sus

misteriosos designios,

creó  ríos que fluyen

alegres

y dan vida  todo lo que tocan.

Así hasta que al final 
de sus días, su esencia

llega al inmenso océano y

allí reposa por siempre.

Así también

es la verdad

que fluye en el corazón del

hombre, y ésta

da vida a quien la posee
y la pone en práctica. Pero
sobre todo a quien la escucha.

En cambio,
la mentira

es charca  estancada, 

agua puerca e impura que no sirve

ni para que los cerdos beban

en ella.