EL CAMBIO
La manera que encontré
para dejar de ser lo que actualmente soy.
Es decir, cambiar.
Fue enfrentarme a todo aquello que
una vez temí.
Aquello de lo cual me creí
incapaz.
Es curioso, pero, una vez que
di el primer paso,
me di cuenta que el
viaje sería solitario.
Sin más compañía que mi
propia determinación.
Desde niño
Constantemente tenía un sueño,
un sueño que se hizo recurrente
hasta mi edad adulta, donde
yo estaba parado sobre una calle
en medio de la nada, calle de tierra
de café claro, de enorme magnitud, que se perdía
en el horizonte, bordeada de yerba silvestre,
y una cerca mal hecha, y un viento ligero
soplaba mientras
la lluvia fluía como brisa.
Entonces, allí yo solo,
detenido, suspendido, sin avanzar, ensimismado
y nada más.
Ese sueño
ahora sé que fue un preámbulo.
Hoy volví a verme en esa imagen
recurrente, pero, ahora avanzo,
lentamente, tímidamente, pero avanzo
hacia ese horizonte lejano
llamado cambiar de vida
mudar de piel.
para dejar de ser lo que actualmente soy.
Es decir, cambiar.
Fue enfrentarme a todo aquello que
una vez temí.
Aquello de lo cual me creí
incapaz.
Es curioso, pero, una vez que
di el primer paso,
me di cuenta que el
viaje sería solitario.
Sin más compañía que mi
propia determinación.
Desde niño
Constantemente tenía un sueño,
un sueño que se hizo recurrente
hasta mi edad adulta, donde
yo estaba parado sobre una calle
en medio de la nada, calle de tierra
de café claro, de enorme magnitud, que se perdía
en el horizonte, bordeada de yerba silvestre,
y una cerca mal hecha, y un viento ligero
soplaba mientras
la lluvia fluía como brisa.
Entonces, allí yo solo,
detenido, suspendido, sin avanzar, ensimismado
y nada más.
Ese sueño
ahora sé que fue un preámbulo.
Hoy volví a verme en esa imagen
recurrente, pero, ahora avanzo,
lentamente, tímidamente, pero avanzo
hacia ese horizonte lejano
llamado cambiar de vida
mudar de piel.
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