LO PRIMERO Y MAS IMPORTANTE

Nunca alimentes
a un cuerpo malagradecido,
pues terminará por devorarte.

Alimenta primero su espíritu.

Un hombre de espíritu
vacío, es león hambriento que
, termina por desconocer a quien
con paciencia le cuida y protege.

Antes de ponerle el pan en  su boca,
sirvele  un aperitivo que alimente su
corazón.

He visto como animales
malagradecidos se tragan 
a quien el cuerpo les alimentó.