LA BONDAD QUE NO ES HUMANA
La mañana fresca acaricia
A la yerba seca
Abraza a la rama seca
Y le da un nuevo comienzo
A la flor que lentamente
Se marchita.
Dios acaricia con su
Invasiva voz a quien
Tiene el corazón marchito
El alma seca y que necesita
Un nuevo comienzo.
A la yerba seca
Abraza a la rama seca
Y le da un nuevo comienzo
A la flor que lentamente
Se marchita.
Dios acaricia con su
Invasiva voz a quien
Tiene el corazón marchito
El alma seca y que necesita
Un nuevo comienzo.
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