LA ALEGRÍA CUESTA

Cuando el corazón
está alegre
es como un cachorro
corriendo entre
flores y pastizales.

Si el corazón
está adolorido
se vuelve un cuervo
que se posa sobre 
la punta de un saguaro
y observa la nada del
silencioso desierto
que no dice nada.

La alegría se persigue
como  niño
hace con las doradas
mariposas que muy 
graciosas vuelan entre
los verdes chamizos 
de aromas en 
primavera.

La alegría no 
se espera sentado
cabizbajo en la 
esquina del profundo
existencial
de quien patéticamente
espera ser consolado.

La alegría se busca.

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