MI AVE SE MARCHÓ
Hace tiempo que no
canta mi ave.
Y le puse alpiste,
pero ella no lo sabe.
Antes de este invierno,
mi ave cantaba,
Pero después de eso
su canto callaba.
Luego la esperé en primavera,
y hasta le puse un par flores, de esas
bien risueñas,
pero fue quimera.
Ya para el verano , el cielo,
amanecía gris. Mi corazón
desvaído se aferró a su recuerdo.
¡Vaya consuelo!
Ayer derramé lagrimas,
en la fuente del jardín,
por si volviera,
tenga que beber y me cante otra vez.
Ave mía,
eras mi alegría.
Mis sueños y
mi razón de andar.
Por qué la gente que amamos
se va?
Y dejan ramas secas,
y un eco de canto que infinitamente
se escucha en las paredes
de nuestro ser.
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