ABRE LOS OJOS PARA QUE ESCUCHES

Hay una lejana luz que apenas alcanzo a ver
es la luz del padre que dulce consejo
da a mi proceder -Anda camino parejo
donde tus ojos no te dejen caer.

Como ciego de vanidad no te percates
que hay personas que rodeándote como lobos
te observan jadeantes desde el ramal, y en torvo
mirar traman nudos para que no escapes.

Es la prudencia el centinela que te cuida
abre ella tus oídos para que escuches
y no olvides nunca que en la vida
mirar de frente es necesario para descubrir el embuste.

Yo que he vivido tantos años
he sido victima del perverso engaño
porque anduve por caminos escarpados
donde el hombre fácilmente es engañado.

La luz es abstracta cuando los ojos están cerrados
es  cadena al corazón y para el padre un candado.
Es mejor tarde que nunca dice el refrán, porque el milagro existe,
lo he visto,  la rama seca reverdece cuando la verdad persiste.

Una vez estuve en la oscuridad
porque no abrí los ojos
ni miré de frente, ni preste atención
a las palabras de engaño.

La luz hace reverdecer
antes de perecer.