NUESTRO TIMÓN
Cuando viajamos en autobús
el conductor es el dueño
de nuestro destino.
Pero justo en el momento
que pisamos el suelo
al bajar el último escalón.
Justo allí
somos responsables de
nuestros pasos,
de nuestro andar
y de nuestro destino.
En ocasiones dejamos
nuestro timón a otra persona,
y terminamos varados
en páramos de incertidumbre
,tristeza, miseria y fracaso.
Por eso es necesario tomar
nuestro timón
mientras la lozanía
nos lo permita, aunque corramos
el riesgo de equivocarnos.
Porque llegará el día en
como dijo Jesús a Pedro:
"En verdad, en verdad te digo
cuando eras más joven te vestías
y andabas por donde querías;
pero cuando seas viejo
extenderás las manos
y otro te vestirá,
y te llevará adonde no quieras"
(Juan 21:18)
Comentarios
Publicar un comentario