LA DECISIÓN
Entre la furiosa y turbulenta mar, el hombre decide
Lanzarse a las aguas ansiosas por tragarlo. Las estrellas atentas al hecho, el
Viento y la brisa melancólica lamentan la desesperada decisión.
Se le vio hundirse hasta el fondo mientras las lenguas de las olas, lo
Arropaban como una madre cubre con una cobija a un bebé recién nacido.
Toda esa noche la lluvia cayó salvajemente en llanto doloroso.
A la mañana siguiente las estrellas disimuladamente alegres sonreían,
El viento y la brisa componían una melodía al valor del ser humano, y la lluvia se
Enjugó sus lágrimas de dulce brizna fresca, y con esta acarició el cuerpo desnudo del hombre que,
A la orilla de una playa de virgen arena tomó valientemente un segundo respiro.
Lanzarse a las aguas ansiosas por tragarlo. Las estrellas atentas al hecho, el
Viento y la brisa melancólica lamentan la desesperada decisión.
Se le vio hundirse hasta el fondo mientras las lenguas de las olas, lo
Arropaban como una madre cubre con una cobija a un bebé recién nacido.
Toda esa noche la lluvia cayó salvajemente en llanto doloroso.
A la mañana siguiente las estrellas disimuladamente alegres sonreían,
El viento y la brisa componían una melodía al valor del ser humano, y la lluvia se
Enjugó sus lágrimas de dulce brizna fresca, y con esta acarició el cuerpo desnudo del hombre que,
A la orilla de una playa de virgen arena tomó valientemente un segundo respiro.
Comentarios
Publicar un comentario