CÁNTARO SECO
Hoy de tanto beber
de tus cantaros
te sequé.
Pero al hacerlo
yo mismo
morí de sed.
Regresé con el
animo árido
y lleno de hastío.
Porque el agua
que me diste
ya me supo igual.
Igual que todas
las fuentes
dan.
Allí me voy
trastabillando
con el ánimo
resquebrajado
y busco la verdadera
agua. La que
no da sed nunca más.
de tus cantaros
te sequé.
Pero al hacerlo
yo mismo
morí de sed.
Regresé con el
animo árido
y lleno de hastío.
Porque el agua
que me diste
ya me supo igual.
Igual que todas
las fuentes
dan.
Allí me voy
trastabillando
con el ánimo
resquebrajado
y busco la verdadera
agua. La que
no da sed nunca más.
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