TAN PEQUEÑO, AUN SIENDO GRANDE.

Que pequeño me sentía
tan diminuto que permitía
que otros pasaran por encima.

Que pequeño me creía, 
hasta que un día pedí al señor.

Y el sol apareció,  e hizo
que mi sombra se reflejara
de tal magnitud que me descubrí
gigante como un abeto.

El problema era 
mi ser, 
Alguien lo mantuvo
aplastado y no lo dejo crecer.
Pero, él , me ha despertado.

Sembró su semilla.
Una cosa a la vez
Una cosa cada día
y ahora dejaré que me guié
por la grandeza que produce
estar bien con uno mismo
y en paz, con quien
desee mi paz compartir.

Hay cosas en la vida 
que no tienen retorno.
Morir.
Lastimar el corazón de
alguien más, y después
querer corregir.

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