UN POCO DE VERDAD

Un niño normal no miente
su inocencia es innata.
Un sueño normal no miente
su abstracción es innata
pero siempre dice verdad.

Por eso al ver tu desnudes
y tu cuerpo cubierto de pringue.
Dije ¡no soy un animal!

Así como su voz me persigue
y reniego, así como las marcas
en mis manos son heredadas,
así como el brillo de sus ojos me persiguen
como castigo divino
para aceptar de donde vengo.

Que difícil es renunciar
para una hoja que desea ser
árbol. Así mismo
es difícil para el hombre
que no sabe caminar
con constancia hacia la luz
al final del camino.

Por ello he dicho,
que me da gusto
haber escuchado la voz.
¡no soy un animal!
mientras me alejaba de tu desnudes
como pastizal en el suelo.

Hoy es un buen día,
porque aunque nadie lo
vea, las escamas
lentamente se caen
mientras el camino
aparece ante los ojos,
y la belleza alguna vez velada
aparece.

No hay pasión
solo las ansias de conocer la verdad.