HOY
Que insignificante sentí la vida
cuando pensé en los años vividos
en las personas que he visto
en las pocas lluvias disfrutadas,
en mi presente.
En arboleda, en la enramada
de la que pendía un destartalado columpio
de astillada madera.
Qué extraño me sentí cuando pensé
en las lagrimas que se derramaron por mi,
tan gélidas, tan temporales, tan prestadas.
Un día,
Pensé vivir cien años,
!qué locura!
E imaginé a ese árbol
sin raíces, sin fruto.
Qué inútil que vivir así,
solitario esperando que llegue primavera
o que de vez en cuando haya una buena tarde.
O que regrese un ave a cantar.
El vacío no es vacío.
Es más bien una fuerza intensa que
aprisiona el corazón de tal forma
que da angustia, luego, e inmediatamente
lo expande. Y sólo se sosiega
cuando retomo un poco de Moisés.
El vacío no es vacío,
así como el silencio no es
silencio, más bien es un sonido
egoísta y lineal que llena la ausencia
de algo.
Hoy por la mañana reí mucho,
En mi noche la luna
nunca apareció.
árbol sin raíz.
Después me pregunté
si el árbol prefiere
la soledad o con el cuervo
se pose en la rama.
Dicen las aves que el
cuervo tiene la gracia
de mentir, es una habilidad
innata.
Mañana será diferente
Tengo sed, dije.
y Dejé de ser árbol,
y me convertí en un ave
que surcó un cielo.
Las mañanas son distintas,
sucederá como aquel bello mezquite
del que tanto hablé en mis poemas.
El ave regreso a posarse en su
rama, y simplemente ya no estaba.
La maldad lo arrancó de tajo.
Dicen los que saben que
hay cielo, para los árboles.
Por ello me contento.
Seguramente allí
estará ese mezquite del que tanto
escribí y que el odio mató.
La mentira y el vacío
se pelean por el espacio.
Y mi pecho es tan pequeño
que ambos no caben, por ello
duele un poco.
cuando pensé en los años vividos
en las personas que he visto
en las pocas lluvias disfrutadas,
en mi presente.
En arboleda, en la enramada
de la que pendía un destartalado columpio
de astillada madera.
Qué extraño me sentí cuando pensé
en las lagrimas que se derramaron por mi,
tan gélidas, tan temporales, tan prestadas.
Un día,
Pensé vivir cien años,
!qué locura!
E imaginé a ese árbol
sin raíces, sin fruto.
Qué inútil que vivir así,
solitario esperando que llegue primavera
o que de vez en cuando haya una buena tarde.
O que regrese un ave a cantar.
El vacío no es vacío.
Es más bien una fuerza intensa que
aprisiona el corazón de tal forma
que da angustia, luego, e inmediatamente
lo expande. Y sólo se sosiega
cuando retomo un poco de Moisés.
El vacío no es vacío,
así como el silencio no es
silencio, más bien es un sonido
egoísta y lineal que llena la ausencia
de algo.
Hoy por la mañana reí mucho,
En mi noche la luna
nunca apareció.
árbol sin raíz.
Después me pregunté
si el árbol prefiere
la soledad o con el cuervo
se pose en la rama.
Dicen las aves que el
cuervo tiene la gracia
de mentir, es una habilidad
innata.
Mañana será diferente
Tengo sed, dije.
y Dejé de ser árbol,
y me convertí en un ave
que surcó un cielo.
Las mañanas son distintas,
sucederá como aquel bello mezquite
del que tanto hablé en mis poemas.
El ave regreso a posarse en su
rama, y simplemente ya no estaba.
La maldad lo arrancó de tajo.
Dicen los que saben que
hay cielo, para los árboles.
Por ello me contento.
Seguramente allí
estará ese mezquite del que tanto
escribí y que el odio mató.
La mentira y el vacío
se pelean por el espacio.
Y mi pecho es tan pequeño
que ambos no caben, por ello
duele un poco.
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