EL ANTIDOTO
Del más oscuro abismo,
del delta del sentimiento,
donde nace la tormenta del pensamiento.
Donde el pecho se desgarra,
y la esencia del ser se hace bizarra,
y el vino de Caná se pierde, sólo creí en la uva y la parra.
Allí donde del oscuro abismo
nace el pesimismo,
y la mirada regresa a lo mismo.
Ronda, la puedo sentir,
El antídoto, el antiveneno, pero ella sigue lejos,
la voz es casi un espejismo, un reflejo.
Pero la llamé,
allí estaba, como siempre dulce y bella,
casi como una cariñosa madre,
y el buen antídoto sana el corazón y hace olvidar la querella.
En la lejanía estás,
como el hombre al cielo,
pero fuiste el consuelo.
La fe es
mensajero,
y sólo te dije que te quiero.
verte de nuevo, espero.
Abrí mis manos
y la paloma se elevo por los aires
con sublime belleza y donaire.
Te amo hija.
a Rosa Daniela Campoy Orozco.
del delta del sentimiento,
donde nace la tormenta del pensamiento.
Donde el pecho se desgarra,
y la esencia del ser se hace bizarra,
y el vino de Caná se pierde, sólo creí en la uva y la parra.
Allí donde del oscuro abismo
nace el pesimismo,
y la mirada regresa a lo mismo.
Ronda, la puedo sentir,
El antídoto, el antiveneno, pero ella sigue lejos,
la voz es casi un espejismo, un reflejo.
Pero la llamé,
allí estaba, como siempre dulce y bella,
casi como una cariñosa madre,
y el buen antídoto sana el corazón y hace olvidar la querella.
En la lejanía estás,
como el hombre al cielo,
pero fuiste el consuelo.
La fe es
mensajero,
y sólo te dije que te quiero.
verte de nuevo, espero.
Abrí mis manos
y la paloma se elevo por los aires
con sublime belleza y donaire.
Te amo hija.
a Rosa Daniela Campoy Orozco.
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