EPIFANÍA EN MI CORAZÓN

Y fue una epifanía,
no dio pauta a postergar,
su energía flotaba entre
el filo del verde pasto,
y repentinamente se posaba en el
oscuro tronco de los viejos
eucaliptos, era como el sol,
pero diminuto casi enano.

Yo lo veía desde lejos,
de reojo, pero me hizo que
lo viese de frente, su voz
atravesó la luz y dio directo
a mi pecho, se detuvo como
mariposita en el regazo de mi corazón,
Ah! que bien se siente, amar, y ser
amado sin condiciones, sin telones
o verdades a medias.
Así ama mi pequeña luciérnaga,
es de patitas corta, así justo como yo.

El atardecer de septiembre, es bello
por si solo, pero que más se puede
pedir cuando el corazón se acicala
con solo verlo correr entre los
montículos de verde césped.

A lo lejos, me ha vuelto a llamar,
y yo le presto atención, y sólo
le digo - que quiere mi amor.
Así es él, mi epifanía
en la tierra.

Hay cosas incompresibles,
que hacen que la persona
deje su camilla y se levante.

Es más que energía física,
es lo que motiva,
a mirar el día de distinto color,
del color de la esperanza.

Ésta se manifiesta de la forma
que él sabe que la entenderás.
Así son las epifanías.