SAVIA PARA LA DIGNIDAD
Debo de decirlo como es,
es vara que hace que camine
erigido, mis manos dan formas
cada día, mis pensamientos
abstractos toman formas creativas
y hacen de vocales y consonantes
un poema.
Gracias a él los minutos
ya no son de ocio, es color
para mis plumas, danza que atrae
a la hembra, alimento
para mis retoños y vestido
para cubrir la desnudez.
Es un día de caza,
con la presa triunfal en mis manos.
Es sentido inexplicable
a mis pasos en esta vida.
Es parte de mi dignidad,
me hace diferente al perro
o al indigente que tristemente
hurga entre los depósitos de basura.
Debo confesarles que alguna vez
no lo tuve, y caminé descalzo muchos días
mirando suplicante al cielo.
Hasta que el señor escuchó.
porque el si sabe que el hombre
es pan y es espíritu, y que el
pan requiere tierra y arado.
El camino allí estuvo y yo lo
ando, lento , pero lo ando.
Que vacía se ve la cocina,
que sin nada se encuentra la mesa.
La miseria es la antítesis
de esta verdad, la que hace digno
al ser humano. Es savia que le da
sentido, es mi mañana , mi
despertar y lucido sueño.
Es mi mesa y la de mis seres amados,
es mi mirada de frente.
Es el trabajo.
es vara que hace que camine
erigido, mis manos dan formas
cada día, mis pensamientos
abstractos toman formas creativas
y hacen de vocales y consonantes
un poema.
Gracias a él los minutos
ya no son de ocio, es color
para mis plumas, danza que atrae
a la hembra, alimento
para mis retoños y vestido
para cubrir la desnudez.
Es un día de caza,
con la presa triunfal en mis manos.
Es sentido inexplicable
a mis pasos en esta vida.
Es parte de mi dignidad,
me hace diferente al perro
o al indigente que tristemente
hurga entre los depósitos de basura.
Debo confesarles que alguna vez
no lo tuve, y caminé descalzo muchos días
mirando suplicante al cielo.
Hasta que el señor escuchó.
porque el si sabe que el hombre
es pan y es espíritu, y que el
pan requiere tierra y arado.
El camino allí estuvo y yo lo
ando, lento , pero lo ando.
Que vacía se ve la cocina,
que sin nada se encuentra la mesa.
La miseria es la antítesis
de esta verdad, la que hace digno
al ser humano. Es savia que le da
sentido, es mi mañana , mi
despertar y lucido sueño.
Es mi mesa y la de mis seres amados,
es mi mirada de frente.
Es el trabajo.
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