DONDE EL VIENTO

El viento se lleva las hojas secas
donde deben de estar
a un lugar donde nadie más
las buscará donde nadie las extrañe.

Así es la vida.

Las acciones y los hechos son el
viento  del hombre.

El viento suele ser  su condena y,  lo lleva
cabizbajo arrastrando sus  pasos,
preso  de si mismo o  encadenado
por los demás,  y  se va a ese  solar de la vida,
a ese espacio donde sólo tiene dos opciones:

Escapar de allí o quedarse derrotado.

Si logra escapar  es porque ha roto
la cadena y ya no  teme; ni a ellos
ni a él mismo.

Si permanece es porque ha sido
vencido.

El viento se lleva las hojas secas
donde deben de estar.

El viento no  arrastra al hombre
que aún tiene vida, al hombre que lucha.
al hombre que aun muestra que está vivo

El viento  teme al que sueña y al que lucha.

El hombre que sueña no es hoja seca
que se le pueda arrastrar  a donde
el no desee ir.

El hombre que mira constantemente
su propio ser, no es hoja seca,
no es cuerpo  inerte.
No hay viento que lo eleve
al garete.