LA SAVIA A TIEMPO

Un día reconocí que yo
era hoja de un árbol.
Fui a buscar su savia
y me acerqué a su sombra.

La savia en vez de darme
mi vida estuvo a punto
de envenenarme el alma.
Tiempo después comprendí
que uno como padre 
tiene la responsabilidad
de dar vida y sabiduría
a los hijos, en el tiempo
que les toca.

La savía a destiempo
ya no sirve, ni al cuerpo
ni al espiritu.

Algunos hombres 
se arrepienten de su omisión
cuando los años les han dado
entenddimiento,Pero triste
es porque las hojas
volamos a horizontes
lejanos.

Yo me recuerdo
buscando savia en
sombra ajena. No es malo,
pero puede serlo.

Si un hijo te sonríe
no le niegues el alimento
darse a ellos es un acto amor perfecto.
Quien savia da por siempre vive
en el corazón de quien la recibe.

A destiempo
de nada sirve.

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