SOMBRAS
El ser humano siempre se hace acompañar por tres sombras; la del padre, la de la madre y la propia.
El problema surge cuando las sombras de nuestros progenitores cubren la nuestra, de tal forma que actuamos a imagen y semejanza de ellos, en sus distintos tonos de oscuridad y de gris.
Es mejor no tener sombra que vivir reflejando la ajena.
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